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El Campus Emprende premia a tres proyectos de la UVa

Los proyectos versan sobre la comercialización de células para uso clínico, palas de piragüismo en composite y carbono y un traductor de idiomas portátil
Valladolid, 18 de octubre de 2010

Enmarcado en una iniciativa que organizan conjuntamente la Fundación de Universidades de Castilla y León, ADE Inversiones y Servicios, CEICALSA y el resto de las universidades de la región, y promovida por las Consejerías de Educación y de Economía y Empleo de la Junta de Castilla y León junto a la Fundación ENDESA, la Estrategia Universidad-Empresa 2008-2011 ha fallado, dentro del concurso Campus Emprende, los premios relativos a su edición 2010. Los galardones se entregan hoy en la Consejería de Educación.

La Universidad de Valladolid ha obtenido reconocimiento en las dos categorías del concurso: "Proyecto Empresarial" e "Idea Empresarial".

En la categoría "Proyecto Empresarial" han sido galardonados en primer lugar el proyecto de ingeniería genética, Citospin, en el que los catedráticos de Fisiología de la UVa Ana Sánchez y Javier García-Sancho plantean la producción y comercialización de células para uso clínico a partir de la médula ósea del propio paciente. En segundo lugar, un proyecto de fabricación de palas de piragüismo en composite reforzado con fibra de carbono, realizado por los ingenieros de la UVa Víctor y Miguel Ángel López.

Por su parte, en la categoría de "Idea Empresarial", el proyecto de la UVa reconocido con el segundo premio ha sido un traductor de idiomas portátil diseñado por la estudiante del Máster Oficial de Automoción de la UVa Rosa Calvo. Las propuestas ganadoras en "Proyecto Empresarial" han obtenido un premio de entre 8.000 y 10.000 euros, destinado a fundamentar el capital social de la nueva empresa, y la premiada en "Idea Empresarial", un ordenador portátil.

 

Una Unidad de Producción Celular

El primero de los proyectos galardonado, Citospin, es una empresa de base tecnológica para la producción celular dirigida por los catedráticos de Fisiología de la UVa e investigadores del IBGM Ana Sánchez y Javier García-Sancho, que nace como resultado de la colaboración de los dos profesores con varias unidades clínicas para fabricar las células madre utilizadas en distintos ensayos clínicos. Para ello, Citospin produce células madre mesenquimales de médula ósea expandidas con protocolo de calidad farmacéutica en una instalación de ambiente controlado -Sala Blanca- autorizada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. A este producto farmacéutico lo han denominado sus creadores "MSV" (Células Mesenquimales de Valladolid).

El origen del proyecto surge en el año 2003, en el que la normativa europea elevó a rango de medicamento a las células madre para uso clínico. Así, los profesores responsables de Unidad de Terapia Celular iniciaron, con la ayuda de la Confederación de Cajas de Ahorro de Castilla y León, la construcción de una Sala Blanca y la implantación de un sistema de calidad farmacéutico en el edificio del IBGM, para poder proveer de células madre en los ensayos que se pusieron en marcha en las áreas clínicas de cardiovascular, oftalmología y ortopedia. La creciente demanda de productos celulares para diversas aplicaciones ha hecho necesaria la ampliación de las instalaciones de producción al edificio de I+D del Parque Científico UVa. Así, en los últimos dos años se ha construido y acreditado una nueva Sala Blanca con mayor capacidad de producción, que se presentará proximamente.

Para su operatividad, se ha procedido a la formación de personal cualificado para afrontar el reto de la producción farmacéutica, al punto de contar en este momento con un grupo de 12 personas cualificadas como responsables de producción, de calidad y de producto terminado. En función de este capital humano y tecnológico, Citospin, actualmente en fase de tramitación, prevé convertirse en breve en una Empresa de Base Tecnológica (EBT) pionera en producción de células madre en Valladolid. Los objetivos empresariales de Citospin pueden sintetizarse en: aplicar a convocatorias especificas de proyectos financiados para I+D empresarial y proveer de MSV y otros productos de desarrollo a las distintas entidades que los demanden, garantizando así el futuro laboral del personal ya acreditado del grupo y contribuyendo al desarrollo y expansión del Parque Científico UVa.

 

Palas de piragüismo

El proyecto que ha recibido el segundo premio del concurso Campus Emprende 2010 ha sido el de fabricación de palas de piragüismo en material composite reforzado con fibra de carbono. Esta propuesta nace de la idea de Víctor López, ingeniero químico por la UVa y en la actualidad doctorando en la Universidad de Bochum (Alemania), de relacionar los conocimientos adquiridos durante la realización de su proyecto de fin de carrera en el laboratorio de ingeniería de polímeros de la Universidad alemana de Bayreuth con el deporte del piragüismo, práctica que no le es en absoluto ajena pues la lleva ejerciendo en un club de Valladolid desde hace diez años. El material utilizado en el diseño de la pala, el composite reforzado con fibra de carbono, es el mismo que emplea la industria aeronáutica para la fabricación de aviones; aunque previamente sí se había empleado en piragüismo (en el ámbito del equipamiento), tal uso había carecido del pertinente rigor tecnológico. Por contra, Víctor López propone en su proyecto un uso científico del composite reforzado: aprovecha un material que conjuga la ligereza con la resistencia mecánica y química para elaborar remos con mejores propiedades mecánicas y con una orientación de las fibras en función de los esfuerzos que van a recibir. A través de cálculos ingenieriles subyacentes consigue una pala adecuada para cada tipo de necesidades (más ligera si lo que se necesita es ligereza, etcétera), lo que optimiza el rendimiento del palista y le ayuda a mejorar sus marcas. La pretensión de los hermanos López es introducir un producto con el valor añadido de I+D en un mercado que es en la actualidad casi exclusivamente artesanal. En este plano más emprendedor, es Miguel Ángel López, ingeniero industrial por la UVa en la especialidad de gestión, quien se encarga de desarrollarlo. Así, el proyecto prevé un plan empresarial que estima la existencia de un mercado donde fabricar y comercializar con garantías el producto. Este proyecto empresarial les ha reportado a los hermanos López otros premios al margen del de Campus Emprende, como el "Pon en Valor tu Investigación", que otorga el Parque Científico UVa, y uno de la Fundación General de la UVa para patentar proyectos de sus alumnos; con el montante obtenido por todos ellos, dotarán de capital a la sociedad limitada con la que Víctor y Miguel Ángel López se embarcarán en el incierto mar de la realidad empresarial.

 

Traductor de idiomas portátil

Y ha sido en la categoría "Idea Empresarial" donde la estudiante del Máster Oficial de Automoción de la UVa Rosa Calvo ha quedado en segundo lugar, gracias a su proyecto de desarrollo y fabricación de un traductor de idiomas portátil. La idea deriva de la experiencia laboral que Rosa Calvo había obtenido en el sector de las telecomunicaciones; a través del citado máster de la UVa pudo entrar en contacto con cIbeR (Centro de Investigación de Biomecánica y Ergonomía), integrado en el Parque Científico UVa y cuyo responsable es Manuel San Juan del departamento de Ciencia de los materiales e ingeniería metalúrgica de la UVa, y trabar conocimiento del concurso. El Centro cIbeR trata de dar respuesta a la creciente demanda de la empresa de la aplicación de los principios biomecánicos y de ergonomía en la concepción de nuevos productos o en la mejora de los puestos de trabajo. Teniendo en cuenta que la ergonomía tiene un marcado carácter transversal, las líneas de trabajo se encuentran en el ámbito de la ingeniería pero también abordan la relación entre la biología humana y la enseñanza, la arquitectura o el diseño industrial. La transferencia tecnológica se trata de extender a otros ámbitos, como el sanitario, tanto en técnicas diagnósticas, de salud laboral, medicina deportiva como de accesibilidad y discapacidad, aspecto este último con el que se relaciona el traductor de idiomas portátil planteado por Rosa Calvo.

Ella partió de la voluntad de encontrar algún aparato electrónico que resultase útil y cómodo para las personas que les gusta viajar pero para quienes el desconocimiento del idioma dificulta el viaje o incluso les puede llevar a desistir de él. El objetivo era dotarles de un aparato ligero y de manejo sencillo. Si bien ya hay comercializados otros traductores de texto, el traductor de Rosa Calvo se cualifica por utilizar también la voz, así como por emplear un tiempo en la traducción muy breve (sin llegar a ser simultáneo). Una segunda novedad del traductor es el resultar accesible mediante teclado, pantalla, altavoz y micrófono, lo que permite que personas aquejadas de alguna discapacidad puedan también hacer uso de él sin ninguna dificultad.